Si bien en ocasiones suele ser minimizado por no parecer vital a primeras, la realidad es que el aceite es uno de los elementos más importantes en el funcionamiento de un coche, y su mantenimiento adecuado es crucial para garantizar una larga vida útil del motor.
Sin embargo, muchos conductores no siempre están al tanto de cuándo y por qué deben cambiar el aceite de su vehículo, cometiendo errores que cuestan más caro de lo que deberían.
La función del aceite en los coches
El aceite en un coche desempeña varias funciones vitales que son esenciales para el funcionamiento óptimo del motor.
La principal función del aceite es lubricar las partes móviles del motor, reduciendo la fricción entre ellas y evitando el desgaste prematuro. No obstante, adicional de cumplir con esta tarea, dicho elemento es de utilidad para:
- Disipar el calor. El motor genera una cantidad significativa de calor durante su funcionamiento. El aceite ayuda a absorber y disipar parte de este calor, evitando que las piezas internas se sobrecalienten.
- Mantener el motor limpio. A medida que el aceite circula por el motor, recoge partículas de suciedad, metal y otros residuos que pueden acumularse con el tiempo. Se usan igualmente para evitar que dañen el motor mediante una especie de filtración.
- Sellar los cilindros. El aceite crea una película entre los pistones y las paredes del cilindro, siendo de bastante utilidad para mantener una compresión adecuada y mejorando la eficiencia del motor.
- Prevenir la corrosión. Dicho producto contiene aditivos que ayudan a prevenir la oxidación y corrosión de las piezas metálicas del motor.
¿Cuándo se debe cambiar el aceite?
El intervalo para cambiar el aceite del coche puede variar dependiendo de varios factores, como el tipo de aceite utilizado, las condiciones de conducción y las recomendaciones del fabricante. En general, existen algunos puntos clave a considerar:
- Recomendaciones del fabricante. El manual del vehículo suele indicar el intervalo recomendado para el cambio de aceite, que generalmente oscila entre 5.000 y 10.000 kilómetros, o cada seis meses, lo que ocurra primero.
- Tipo de aceite. Los aceites sintéticos tienden a durar más que los aceites convencionales y pueden ofrecer intervalos de cambio más largos, aun así, esto depende.
- Condiciones de conducción. Conducir en condiciones severas, como en climas extremadamente cálidos o fríos, en trayectos cortos frecuentes o en tráfico intenso, exigen cambios de aceite más frecuentes a los que estar atentos.
- Indicadores en el coche. Algunos coches modernos están equipados con sensores que monitorean la calidad del aceite y alertan al conductor cuando es necesario un cambio.
¿Por qué es importante hacerlo?
Cambiar el aceite de manera regular es esencial para mantener el motor en buen estado y evitar problemas graves, y para esto, las empresas de homologaciones como la nuestra te brinda sus servicios, incluso yendo más allá con la posibilidad de unidad de certificación para el automóvil en IMD-Ingeniería u homologación de vehículos automotrices en IMD-Ingeniería
Sea como sea, volviendo al tema del aceite, se tiene que cambiar por cuestiones que señalaremos en el siguiente listado:
- Mejora la eficiencia del combustible. Un motor bien lubricado funciona de manera más eficiente, un hecho que resultará en un mejor rendimiento del combustible y, por ende, ahorro en costos de gasolina en general.
- Previene el sobrecalentamiento. Como mencionamos anteriormente, el aceite ayuda a disipar el calor del motor. Si el aceite está viejo o sucio, pierde esta capacidad, siendo un error que es mejor no pagar con su cambio.
- Mantiene el motor limpio. El aceite viejo puede contener partículas de suciedad y otros contaminantes que, si no se eliminan, se acumulan y obstruyen los conductos de aceite, lo que puede provocar un fallo en el motor.
- Evita la corrosión. El aceite contiene aditivos que previenen la corrosión interna del motor. Si el aceite no se cambia a tiempo, estos aditivos pueden degradarse, dejando el motor vulnerable a la oxidación.
- Evita averías costosas. Ignorar los cambios de aceite lleva a un desgaste excesivo del motor y, eventualmente, a fallos graves que generarán reparaciones costosas o incluso la sustitución del motor.
- Mejora el rendimiento del coche. Un motor con aceite limpio tiende a funcionar de manera más suave, lo que se traduce en un rendimiento óptimo y una mejor experiencia de conducción.
- Reducción de emisiones. El aceite nuevo y limpio ayuda a que el motor funcione de manera más eficiente, lo que a su vez puede contribuir a una reducción de las emisiones de gases nocivos.
- Seguridad en la carretera. Un motor en buen estado reduce el riesgo de fallos mecánicos inesperados, lo que mejora la seguridad al conducir.