Es normal que toda persona que compra un vehículo nuevo, o de segunda mano con un aspecto como nuevo, quiera conservar esa imagen lo mejor posible.
Si te tomas en serio la tarea mantener un vehículo en perfectas condiciones, no vas a asegurar su buen funcionamiento, sino que también extenderás su vida funcional, conservando su valor.
Ahora bien ¿Qué hacer exactamente? Si crees que es solo limpiarlo y llevarlo a revisión, la realidad es que implica más que eso. En pro de serte de utilidad, indicaremos factores para que apliques.
La limpieza es primordial
Uno de los aspectos más sencillos, pero más importantes es mantener limpio el vehículo, tanto por dentro como por fuera. El lavado regular elimina el polvo, la suciedad y otros contaminantes que pueden dañar la pintura y el interior.
Además, aplicar ceras protectoras contribuye a preservar el brillo de la pintura y protegerla de los rayos solares. Para el interior, aspirar el coche, limpiar las superficies con productos adecuados y evitar dejar basura dentro del mismo.
Conduce con mucho cuidado
El estilo de conducción también influye directamente en la conservación del vehículo. Evitar aceleraciones bruscas, frenazos innecesarios y conducir de manera suave prolonga la vida útil de muchos componentes, como los frenos, los neumáticos y la suspensión.
Asimismo, respetar los límites de velocidad y conducir de forma preventiva reduce el desgaste del motor y del sistema de transmisión, que son esenciales en todo vehículo.
La revisión del aceite tiene su papel
El aceite del motor es esencial para el funcionamiento adecuado del vehículo. Revisarlo regularmente y cambiarlo cuando sea necesario ayuda a mantener el motor lubricado y protegido contra el desgaste. Un aceite en mal estado o insuficiente puede generar problemas graves y costosos en el motor, afectando directamente el rendimiento del coche. Además, es importante revisar también el filtro de aceite y sustituirlo cuando sea necesario.
Llévalo al taller
No subestimes la importancia de llevar el coche al taller periódicamente para realizar revisiones generales. De todas maneras, debes hacerlo para la ITV, pudiendo contar con homologaciones de vehículos automotrices de IMD-Ingeniería o homologación unitaria con IMD-Ingeniería, según tu caso.
Aunque no haya fallos evidentes, es fundamental que un profesional inspeccione el vehículo, detecte posibles problemas y los solucione antes de que se conviertan en fallas graves, porque de lo contrario, y llegado el momento, no obtendrás las tarjetas ITV.
IMD-Ingeniería está considerada como una de las mejores empresas de homologaciones por diversas razones positivas, así que cuando se trata de ITV y de poner a punto el coche en el taller, puedes contactarnos para cubrir tus necesidades en este sentido.
Inspecciona los neumáticos regularmente
Mantener la presión adecuada y comprobar el desgaste de la banda de rodadura evitará problemas como pérdida de tracción o un reventón.
Es recomendable rotar los neumáticos para que el desgaste sea uniforme y reemplazarlos cuando sea necesario, para que siga luciendo como coche nuevo.
Reemplaza los filtros cuando sea necesario
Los filtros del coche, tanto de aire como de combustible, deben cambiarse de manera periódica. El filtro de aire garantiza que el motor reciba aire limpio para su combustión, mientras que el filtro de combustible evita que las impurezas entren en el sistema de inyección. Si no se reemplazan a tiempo, pueden generar problemas de rendimiento en el motor y aumentar el consumo de combustible.
No descuides el sistema de frenos
Las óptimas condiciones son a lo que apuntar, pues es clave para evitar accidentes y garantizar una conducción segura. Es importante revisar el líquido de frenos, las pastillas y los discos, y reemplazarlos cuando sea necesario. Si se escuchan ruidos al frenar o el coche tarda en detenerse, es señal de que algo no está bien.
Utiliza productos de calidad
El uso de productos de calidad, tanto para el mantenimiento como para las reparaciones, es crucial para garantizar la durabilidad del vehículo. Desde el aceite hasta las piezas de repuesto, es fundamental utilizar componentes recomendados por el fabricante o de alta calidad para evitar problemas a largo plazo.
Protege el coche del tiempo
Cuando sea posible, resguarda tu coche en un garaje o utiliza una funda protectora si va a estar expuesto al sol o la lluvia durante largos períodos.
Las inclemencias del tiempo pueden dañar la pintura, los plásticos y los sellos de goma, acortando la vida útil del vehículo. Además, en épocas de frío extremo, lo mejor que debes hacer es proteger los componentes más sensibles, como la batería.