Por un lado, tener una flota comercial por parte de una empresa facilita muchas cuestiones para que marchen bien sus operaciones.
Por el otro lado, la gestión de la misma implica ciertas complicaciones, desde estar al pendiente de factores de gran importancia como homologación de remolques hasta pequeños detalles.
Sin embargo, siempre se debe apuntar a hacerlo correctamente, y para ello, el primer paso es informarse sobre cómo hacerlo.
Primero ¿Qué es una flota comercial?
Una flota comercial es simplemente un grupo de vehículos que una empresa emplea, de una manera u otra, para sus operaciones diarias. Estos pueden incluir desde camiones de transporte hasta autos pequeños utilizados por equipos de ventas o técnicos.
Son fundamentales para negocios que dependen de la logística, el transporte de mercancías o el servicio al cliente en diferentes ubicaciones.
El objetivo principal de estas es garantizar que las operaciones de la empresa sean eficientes, puntuales y rentables. Sin embargo, la gestión de estos vehículos requiere planificación, control y una estrategia clara para evitar problemas como el desgaste prematuro de los vehículos, el desperdicio de combustible o el incumplimiento de normativas.
Consejos para gestionar una flota comercial
Para manejar una flota comercial de manera efectiva, considera implementar estrategias que aporten que todo saga lo mejor posible, tales son las siguientes:
- Establece un sistema de rastreo GPS. Monitorea la ubicación y el uso de cada vehículo para mejorar la logística y reducir tiempos de entrega.
- Políticas de mantenimiento preventivo. Agenda revisiones regulares para no se presenten reparaciones costosas y garantizar la seguridad de los vehículos.
- Capacita a los conductores. Entrena al personal en conducción eficiente, cuidado del vehículo y cumplimiento de normas de tránsito, porque más veces de las que se piensan, no cuentan con la información suficiente respecto al tema.
- Usa software de gestión de flotas. Estas herramientas hacen mucho más simple poder llevar un registro detallado del rendimiento de cada medio, el consumo de combustible y los costos asociados que implica para la empresa en cuestión.
- Controla los costos de combustible. Diseña rutas más eficientes, evita ralentí innecesario y analiza los patrones de consumo de cada unidad.
- Cumplir con las normativas legales. Mantén al día los permisos, seguros y regulaciones específicas de la industria, incluso está al pendiente de las homologaciones de vehículos ITV para que no represente un problema.
- Evalúa la renovación de la flota. Considera actualizar los medios que lo requieran cuando el costo de mantenimiento supere su valor operativo o afecte la eficiencia.
- Promueve una comunicación efectiva. Fomenta la retroalimentación entre los conductores y los gestores para identificar problemas y buscar soluciones. Tanto por cosas que tengan que ver con el funcionamiento como la falta de documentos para circular, como de la ITV, que para esto te asistimos con nuestro servicio de solicitud de tarjeta ITV con IMD-Ingeniería.
- Establece métricas de desempeño. Monitorea indicadores clave como tiempo de entrega, consumo de combustible y kilómetros recorridos para evaluar el rendimiento.
- Fomenta una cultura de responsabilidad. Incentiva a los conductores a cuidar los vehículos y reportar problemas de manera oportuna, sobre todo si hacen cambios para que las empresas de homologaciones de vehículos se hagan cargo, apegándose a las leyes.
Beneficios de gestionar bien este tipo de flota
Si llevas a cabo cada tarea en pro del objetivo principal, esto aportará múltiples ventajas, tanto operativas como económicas, como por ejemplo lo son:
- Reducción de costos. Al optimizar rutas, mejorar el consumo de combustible y realizar mantenimiento preventivo, se minimizan los gastos operativos.
- Mayor vida útil de los vehículos. Un buen cuidado prolonga la durabilidad y reduce la necesidad de reemplazos frecuentes.
- Cumplimiento normativo. Evitar sanciones por incumplir regulaciones asegura la continuidad del negocio sin interrupciones legales.
- Mejora en la satisfacción del cliente. Entregas más rápidas y un servicio confiable generan confianza y fidelidad.
- Aumento de la productividad. La planificación eficiente de rutas y tiempos permite realizar más entregas o servicios en menos tiempo.
- Mayor seguridad. Conductores capacitados y vehículos bien mantenidos reducen el riesgo de accidentes de todo tipo.
- Control operativo más claro. Con el uso de tecnología, es más fácil tener visibilidad sobre el estado y ubicación en tiempo real.
- Impacto ambiental positivo. Reducir el consumo de combustible y el desgaste ayuda a minimizar la huella de carbono.
- Optimización de recursos humanos. Se aprovecha mejor el tiempo y las habilidades del personal a cargo de la flota.
- Fortalecimiento de la imagen corporativa. Al estar al día con todo lo que implica su correcto funcionamiento, reflejas profesionalismo y compromiso con la calidad.