Los patinetes han existido durante mucho tiempo, inicialmente como un medio para los jóvenes en pro de andar por ahí, divirtiéndose, pero con el tiempo se le añadió un componente eléctrico que lo ha hecho destacar mucho igualmente entre adultos, para desplazarse.
Es innegable entonces que los patinetes eléctricos han ganado una gran popularidad en España en los últimos años, y no es para menos.
Ahora, a medida que su uso crece, también lo hace la necesidad de regular su circulación y establecer normativas para garantizar la seguridad tanto de los usuarios como peatones.
La popularidad de los patinetes eléctricos
En los últimos años, se han convertido en una alternativa de movilidad muy popular en las ciudades españolas. Su capacidad para sortear el tráfico, su bajo costo en comparación con otros vehículos y el impacto ecológico mínimo que generan, los hacen atractivos tanto para los residentes urbanos como para aquellos que buscan un transporte rápido y económico.
Además, el auge de las empresas de alquiler de patinetes ha facilitado el acceso a este medio de transporte, contribuyendo a su rápido crecimiento.
Los patinetes eléctricos son VMP
Estos medios incluyen en la categoría de Vehículos de Movilidad Personal, que según la normativa española, un VMP es un vehículo de una o más ruedas que está propulsado por motores eléctricos, diseñado para transportar a una sola persona, y que no supera los 25 km/h de velocidad.
Esto abarca no solo patinetes eléctricos, sino también otros vehículos que son en cierta medida similares, como segways y hoverboards.
Una característica importante de estos, es que, a diferencia de las bicicletas o los vehículos de motor tradicionales, no requieren matriculación ni seguro obligatorio, aunque su uso sí está sujeto a normativas específicas de circulación.
Los mismos están diseñados para trayectos cortos y, sobre todo, para la movilidad en zonas urbanas sin ningún tipo de problema.
Normativa de regulación de VMP en España
En España, la Dirección General de Tráfico, es decir, el DGT, ha establecido una serie de normativas para regular el uso de los VMP:
- Límites de velocidad. De poder superar los 25 km/h, es posible según el modelo, aunque no deberías, porque este es el límite establecido. Si se detecta que el patinete alcanza velocidades superiores, no podrá circular en la vía pública.
- Zonas de circulación. Está prohibido el uso en aceras y zonas peatonales. Solo debes andar por carriles bici, calles con límite de velocidad de 30 km/h o menos, y otras áreas específicamente designadas por los ayuntamientos de cada provincia, pues varía.
- Edad mínima. La edad mínima para conducir un patinete eléctrico es de 16 años, aunque en algunas ciudades esta llega a variar ligeramente.
- Llevar el casco. El acto de llevar el casco no es obligatorio a nivel nacional, pero algunas localidades lo establecen como obligatorio en sus normativas municipales.
- Alcohol y drogas. Al igual que con otros vehículos, conducir bajo los efectos del alcohol o drogas está estrictamente prohibido, y en ocasiones, se aplican las mismas sanciones que a los conductores de vehículos a motor.
- Prohibido utilizar auriculares. No se permiten los auriculares mientras se conduce, porque probablemente afecte en menor o mayor medida la concentración, o impida escuchar llamados de atención que surjan.
Es importante conducir con seguridad
Así como los vehículos a motor deben cumplir con la Inspección Técnica de Vehículos para hacerse con la tarjeta ITV, para garantizar su seguridad en la vía pública, con lo cual, nuestro servicio homologaciones de remolques en IMD-Ingeneiría, es útil, los patinetes eléctricos deben estar dentro de las normativas establecidas para VMP.
Aunque los patinetes eléctricos no requieren homologaciones ITV, ni tampoco hacer la solicitud de tarjeta ITV, es esencial que los usuarios mantengan los mismos en buen estado, asegurándose de que los frenos funcionen correctamente, las luces estén operativas y no esté modificado para pasarse con respecto a la velocidad.
La seguridad en la conducción no solo depende del estado del patinete, sino también de la responsabilidad del conductor. Conducir de manera segura implica respetar las normativas, evitar maniobras peligrosas y estar siempre atento al entorno.
El incumplimiento de las normativas puede resultar en multas considerables y, más importante aún, en un mayor riesgo de accidentes.