Aprender a conducir es un proceso que toma su tiempo, porque nadie de la noche a la mañana tiene el conocimiento teórico suficiente, ni mucho menos práctico desde la experiencia como para manejar de manera segura en las carreteras o autopistas.
Para cumplir con este objetivo, muchos en España deciden ir con las autoescuelas. Sin embargo, no siempre es fácil acceder a las mismas por diversas razones.
En estos casos, algunos optan por aprender a conducir con la ayuda de un amigo. Pero ¿Es esta una alternativa que sea viable y segura?
Las autoescuelas no siempre son una opción
Las autoescuelas son la opción más tradicional y segura para aprender a conducir, pero no siempre son accesibles para todos. Los altos costos de las clases prácticas, la falta de tiempo, o la distancia hasta las mismas llegan a ser factores que dificulten el acceso a esta opción.
Además, algunos futuros conductores pueden sentirse más cómodos y menos presionados al aprender con un amigo o quizás un familiar en lugar de con un instructor profesional.
Esto hace que buscar otras opciones, como aprender a conducir con un amigo, sea más considerada, porque apunta a sumar más beneficios de los que son evidentes a primeras.
Aprender con un amigo es una alternativa
Contar con un amigo que ya tiene experiencia al volante puede ser una alternativa para aprender a conducir. Este método por lo general es sinónimo de un aprendizaje más relajado y personalizado, que adicionalmente no te presiona indirectamente con el tiempo como con las clases de empresas, que te imponen un tiempo por clase.
Un amigo va a brindarte más tiempo sin presiones indirectas ni directas, para explicar pacientemente las maniobras básicas y ayudar a desarrollar confianza al volante, igualmente sin las tensiones que a veces puede surgir en una autoescuela.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que el amigo debe ser un conductor experimentado y responsable, capaz de transmitir las reglas y buenas prácticas de conducción de manera efectiva.
Ahora bien… ¿Es ilegal que un amigo te ayude?
En España, la ley no prohíbe explícitamente que un amigo te enseñe a conducir, pero existen matices legales importantes a considerar. La normativa establece que solo las personas que poseen un permiso de conducir válido pueden manejar un vehículo.
La realidad es que solo estas personas son las acreditadas para ello con el carnet de conducir, siendo indispensable llevar igualmente la tarjeta ITV de IMD-Ingeniería como parte de la documentación, con la que si aplica, te asistimos con la solicitud de tarjeta ITV.
Desde las empresas de homologaciones de vehículos nos aseguramos de brindarte asistencia para que tu vehículo marche bien, y estés al día con la documentación, una vez aprendas a manejar y tengas tu coche propio, incluso ofrecemos otros servicios como estudio de mercado de maquinaria agrícola, entre otros más.
Ahora bien, si una persona sin carnet está al volante, sea con la supervisión de un amigo o no, podría enfrentarse a multas considerables, y el amigo quizás sea igualmente sancionado. Es crucial entender que, aunque no sea ilegal recibir instrucción de un amigo, el hecho de que una persona sin licencia conduzca es ilegal, lo que a veces complica la situación en caso de ser detenido por las autoridades.
Es importante el lugar donde se empieza a aprender
El lugar donde se practican las primeras maniobras de conducción es fundamental. No es lo mismo aprender en una carretera con tráfico denso o en una autopista, que en un estacionamiento amplio y vacío o en una urbanización cerrada y tranquila.
La diferencia es que, en el primer caso, será casi seguro que tendrás problemas, tanto tu como tu amigo, lo cual sin duda es un hecho que vas a querer evitar a toda costa, y con razón.
Comenzar en un entorno seguro y controlado es esencial para evitar situaciones de peligro tanto para el aprendiz como para otros conductores. Un espacio sin mucho tránsito permite al aprendiz concentrarse en los fundamentos del manejo, como el uso del embrague, los cambios de marcha, y el control del vehículo, sin la presión adicional de lidiar con otros vehículos o peatones.