La neblina que a veces podemos ver en el medio que nos rodea, parece inofensiva, y a primeras lo es, cuando poco o nada se tiene que hacer en las carreteras o las autopistas.
Sin embargo, cuando nos vemos en la situación de tener que salir a manejar con esta, se hace evidente que es todo un desafío sin importar la experiencia al volante.
¿Cuándo aparece la neblina?
La neblina es ese estado presente en el ambiente que no gusta, que suele formarse cuando el aire cercano al suelo se enfría lo suficiente como para que el vapor de agua en el aire se condense en pequeñas gotas.
Normalmente, la vemos durante la madrugada, y parte de la mañana, más aún cuando las temperaturas son bajas, y, por el contrario, la humedad es alta. Además, esta es capaz de aparecer en zonas cercanas a cuerpos de agua, como lagos y ríos, o en áreas montañosas, donde los cambios de temperatura son más pronunciados.
Dada sus características, y cómo influyen en la visibilidad al momento de manejar, es importante estar atentos a las previsiones meteorológicas si tienes que conducir durante estas horas o en estas zonas.
¿Por qué puede ser peligroso conducir en medio de neblinas?
- Reducción drástica de la visibilidad. La neblina puede limitar severamente la capacidad de ver más allá de unos pocos metros, lo que dificulta la detección de vehículos, señales de tráfico y obstáculos en la carretera.
- Percepción alterada de la distancia. Probablemente, distorsione la percepción de la distancia y la velocidad, haciendo que los objetos parezcan más alejados o cercanos de lo que realmente están.
- Condiciones de carretera resbaladizas. Al igual que la lluvia ligera, humedece la superficie de la carretera, aumentando el riesgo de deslizamientos y frenadas bruscas.
- Reflejo de luces que lo empeoran. Las luces de los vehículos pueden reflejarse en la neblina, creando un efecto de deslumbramiento que empeorará la visibilidad en lugar de mejorarla.
- Falta de referencias visuales. En la neblina espesa, es fácil perder las referencias que ayudan a mantener el vehículo en su carril, lo que incrementa el riesgo de salirse de la carretera o invadir áreas que no deberías.
- Reacciones inesperadas de los otros. Otros conductores quizás reaccionen de manera imprevisible, como frenar de repente o desviarse de su carril, aumentando los chances de un accidente.
- Falta de familiaridad con la ruta. Si no conoces bien el camino, es probable que pierdas referencias clave, como señales de salida o giros, incrementando el riesgo de tomar una ruta incorrecta o no anticipar adecuadamente una curva.
Los cuidados a tener en cuenta
- El coche en buen estado. Uno de los factores fundamentales para conducir, con o sin neblina, es el medio se encuentre en buen estado, completamente funcional. Parte de esto implica cumplir pasar con la homologación ITV, para luego proceder a realizar la solicitud de tarjeta ITV en IMD-Ingeniería, que es un documento clave para manejar.
- Reduce la velocidad. La visibilidad reducida exige una velocidad más baja, permitiendo más tiempo para reaccionar ante cualquier obstáculo o situación inesperada.
- Utiliza luces antiniebla. De contar con luces antiniebla, es el momento ideal para emplearlas, porque están diseñadas para iluminar la carretera de forma más efectiva en condiciones de neblina, sin deslumbrar a otros conductores.
- Mantén una distancia segura. Aumenta la distancia entre tu medio y el de adelante para evitar colisiones en caso de hacer un frenado repentino.
- Sigue las líneas del camino. Usa las líneas blancas o amarillas de la carretera como guía para mantenerte en tu carril y que ni por error te desvíes.
- Evita frenar bruscamente. Realiza las frenadas de manera suave y progresiva para que el vehículo no llegue a derrapar, especialmente si la carretera está húmeda.
- No utilices el piloto automático. En estas condiciones, es esencial tener control total sobre el vehículo en todo momento por si sucede algo que debamos atender, por lo que es recomendable desactivar el piloto automático.
- Mantén las ventanas desempañadas. Usa el aire acondicionado o el desempañador para mantener las ventanas libres de condensación y garantizar una visibilidad clara.
- Detente si es necesario. Si dicho estado del ambiente es demasiado denso y la visibilidad es prácticamente nula, es mejor buscar un lugar seguro para detenerte y esperar a que las condiciones mejoren antes de continuar tu viaje.
Esperamos que estos factores que quizás no habías tenido en cuenta, te sean útiles para estos instantes, y recuerda también que desde IMD podemos ayudarte con la homologación ITV para coches, pero igualmente con otros servicios asociados a la tarjeta ITV, Unidad de Certificación para el Automóvil, entre otros.