La Inspección Técnica de Vehículos es un proceso esencial en todo tipo que circulan en España, incluyendo los que forman parte de flotas comerciales.
Pasar las homologaciones ITV con IMD-Ingeniería es opcional, para verificar que todo esté bien al momento de querer pasarla en la estación oficial, que es obligatorio.
Este procedimiento adquiere aún mayor relevancia, ya que los vehículos suelen estar sometidos a un uso intensivo, aunque también implican más retos.
¿Qué es una flota comercial?
Cuando hablamos de una flota comercial hacemos referencia a un conjunto de vehículos que una empresa utiliza para sus operaciones diarias o frecuentes. Estos pueden estar destinados al transporte de mercancías, pasajeros o servicios específicos, como reparaciones, mensajería o logística.
Dependiendo de la naturaleza del negocio, incluye desde furgonetas pequeñas hasta camiones de gran tonelaje, autobuses, taxis o u otros especializados.
Dado el papel crucial que desempeñan en el funcionamiento de la empresa, mantenerlos en buen estado es fundamental. Las homologaciones de vehículos automotrices y de otro tipo son uno de los mecanismos más importantes para asegurar que cumple con las normativas de seguridad y medioambientales que se exigen.
Los retos de gestionar la ITV de una flota comercial
Administrar la ITV para una flota comercial presenta una serie de desafíos logísticos, operativos y económicos, por ende, no es tan simple como se puede decir en la teoría.
En la práctica existen diversos retos que considerar, sobre todo si será la primera vez que se gestiona este aspecto. Entre los principales, tenemos los siguientes:
- Coordinación de las inspecciones. Con múltiples vehículos en uso, planificar las citas de ITV sin interrumpir las operaciones diarias es complicado. Además, es vital conducir con la tarjeta vigente luego de haber hecho solicitud de tarjeta ITV en IMD-Ingeniería, pues de lo contrario, resultará en multas.
- Costes acumulativos. Cada inspección representa un gasto que, al multiplicarse por el número de medios que pertenecen a la flota, puede ser significativo.
- Variedad de requisitos. Aquellos que son de diferentes tamaños y tipos tienen normativas específicas, lo que complica la gestión.
- Impacto en los plazos. Si el mismo no pasa la ITV, puede quedar fuera de servicio hasta que lo haga, afectando la capacidad operativa.
- Gestión documental. Mantener los registros actualizados de cada uno para evitar multas y sanciones requiere organización y recursos.
- Estado del vehículo. Los vehículos comerciales normalmente cuentan un mayor desgaste, un factor que es sinónimo de aumentar las probabilidades de fallos en la inspección.
- Cambios legislativos. Las normativas en torno al tema central, llegan a variar, especialmente en cuestiones medioambientales, exigiendo adaptaciones constantes.
Aspectos para pasar la ITV
Prepararse adecuadamente para la ITV puede ahorrar tiempo, dinero y molestias, por lo tanto, es una buena idea tomarse en serio esta tarea.
En pro de ayudarte, te indicaremos una lista de consejos específicos para vehículos de flotas comerciales, como son los siguientes:
- Realiza un mantenimiento preventivo. Antes que nada, revisa frenos, neumáticos, luces, amortiguadores y niveles de aceite. Esto reduce la probabilidad de fallos.
- Consulta las normativas vigentes. Verifica si las regulaciones han cambiado desde la última inspección, especialmente en aspectos relacionados con emisiones.
- Planifica con antelación. Programa las citas en horarios que minimicen el impacto en la operativa diaria. Asimismo, hazlo pensando en tener suficiente tiempo para maniobrar cualquier problema por si no se logra pasar a la primera.
- Controla la documentación. Mira que cada vehículo tenga al día el permiso de circulación, el seguro y el resto de documentos necesarios.
- Limpieza del vehículo. Aunque puede parecer menor, un vehículo limpio facilita la inspección visual de los técnicos, por lo tanto, límpialos.
- Evalúa el estado de las emisiones. Si los vehículos son diésel, comprueba que el sistema de escape funciona correctamente y no excede los niveles de emisiones permitidos.
- Atiende a los defectos detectados. Si hubo problemas en inspecciones pasadas, procura siempre que se hayan corregido óptimamente.
- Considera un pre-ITV. Muchas empresas como la nuestra ofrecen revisiones previas a la ITV, como mencionábamos, que ayudan a identificar posibles fallos, siendo que adquirir estos servicios es una inversión inteligente.
- Forma al personal. Si los conductores son responsables de llevarlos a la ITV, dales instrucciones claras sobre el procedimiento.
- Mantén un plan de reemplazo. Identifica vehículos más antiguos que podrían tener problemas recurrentes y considera su renovación con medios que tengan al día su homologación, Unidad de Certificación para el Automóvil, entre otros. Esto hazlo siempre que esta acción se proyecte como una mejora en el futuro a mediano y largo plazo.